martes, 29 de enero de 2008

Barbaridades de Clarín (2)

Parece que los de Clarín tienen un problema particular con el verbo "doblegar"

En una nota sobre violencia familiar:

"El violento suele tratar a su pareja de puta, loca, mala, pero no la quiere dejar. La transforman en un objeto de su propiedad. El placer lo encuentra, justamente, en doblegarse", explica González.

La Gonzalez en cuestión es una de las habituales "expertas".

Acá no se sabe si el mal uso viene de la experta o de la periodista, Lucia Bertotto.

Recurriendo al diccionario de la RAE:


doblegar.

(Del lat. duplicāre, doblar).

1. tr. Hacer a alguien que desista de un propósito y se preste a otro. U. t. c. prnl.

2. tr. Doblar o torcer encorvando. U. t. c. prnl.




El victimario violento, no se "doblega" a si mismo. Sino a su víctima.

lunes, 28 de enero de 2008

Barbaridades de Clarín (1)

Esta serie va numerada con arábigos, porque van a ser tantos artículos que mi conocimiento de los números romanos no va a alcanzar. Y no porque no conozca la M ni la C !

En el encabezado de un reportaje en Ciudad.com a un innombrable:

"El inclasificable ex cocinero italiano y ex famoso de Gran Hermano ahora doblega la apuesta y quiere imponer el tema del verano. En la mejor tradición del Meneito y El Gato Volador, rescata su pasado en Cumbiatronic."

¿Es lo mismo "doblegar" que "duplicar"?

Parece que para el autor, un tal Javier Sinay, si.

La hipocresía de los poetas (I)

Oliverio Girondo, que ciertamente era buen poeta, tiene un famoso poema que dice:


"No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija.

Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida.

Soy perfectamente capaz de sorportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias;

¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.

Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.

¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!

Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres.

¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. “¡María Luisa! ¡María Luisa!”... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.

Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.

¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes la de pasarse las noches de un solo vuelo!

Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?

Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando."




Como casi todos los poetas, miente...

De acuerdo con que si no saben volar, no hay mucho futuro.

Pero entre una que sabe volar, teniendo los senos como pasas de higo, el cutis como papel de lija, aliento insecticida y nariz de zanahoria y otra que sepa volar, y tenga un aspecto, digamo maomeno como la chichi que sigue:



ACA HABIA ORIGINALMENTE UNA FOTO DE UNA MUY LINDA SEÑORITA DESNUDA



PARECE QUE A PESAR DE LA ADVERTENCIA INICIAL, ALGUIEN (LECTOR), SE TOMO EL TRABAJO DE DENUNCIAR Y/U OTRO ALGUIEN (ADMINISTRADOR DE BLOGGER), SE TOMO EL TRABAJO DE CENSURARLA.



En todo caso a los lectores no les faltará imaginación como para que la historia quede completa.




dificilmente la diferencia sería cero...

Y también es cierto que sin mucho futuro, pero con unas horitas de presente, se podría llegar a algún acuerdo con la de la foto, por mas "terrestre", o "pedestre" que sea.

De la misma manera, la mujer, poeta o no, que diga que lo único que le importa de un hombre es su dulzura y su inteligencia, miente.

A igualdad de dulzura e inteligencia, y sin necesidad de hacer un test de azucar en sangre o IQ, ya que algunos puntos se le escapan a cualquiera.

Seguramente se quedan con este:





















en lugar de este otro


















(Foto de Alasdair Fowler en www.photo.net)


Forma parte de los misterios de la vida que esas mismas mujeres se crean que el poema de Girondo es una verdad LITERAL para muchos hombres.

Lamento desilusionarlas, no es asi...

Ni siquiera para Girondo.

Sabiduría

De repente, te dás cuenta que tu deseo te va a ser concedido.


Y resuena la perenne advertencia sobre tener cuidado con lo que deseás.


Ya en “Biplano”, hace 28 años, Richard Bach me dijo que podía tener lo que quisiera, si verdaderamente me importaba. Por ejemplo, esa moto brillante.


Solo que yo nunca quise una moto brillante, quise sabiduría. Como pidío Salomón, ni más ni menos.


Y los grandes bloques de creencias e ilusiones, que, como en un deshielo, se están desprendiendo dentro de mi, solo pueden preanunciar la creación de un gran vacío, un gran hueco.


Es un proceso desolador, que destruye, sin violencia, vastos territorios mentales, ideas sobre el futuro, sino el futuro mismo, ilusiones, fanatismos.


No van a quedar obligaciones, ni siquiera la de ser feliz, tán promocionada en estos tiempos.


No obtendré una lista de instrucciones, ni de mandamientos. Quedaré en el aire.


Solo persistirá una ley, interna, no escrita, que deberé “consultar” en cada momento y en cada caso. Por lo que resulta conveniente que haya desaparecido el futuro. Así uno se puede concentrar en lo único que existe, el presente.


Por supuesto que suena idiota decir “he conseguido la sabiduría”. Pero ya no tengo la obligación de no ser idiota. Y por supuesto que no he “conseguido” la sabiduría.


La expresión en palabras de estos hechos, no deja de parecer sacada de alguna serie orientalista pedorra, como “Kung Fu”:

  • “No somos individuos”.
  • “Brotamos del universo, como una hoja brota de un arbol”.
  • “El ‘yo’ no existe”.
  • “La muerte no existe”.
  • “Todo lo que vemos es apariencia”.
  • “El universo, o los muchos universos, son un gran juego, que Dios, (por llamarlo de alguna forma), juega consigo mismo, ya que es lo único que existe.


Todas frases que no tienen “sentido”; hasta que se les encuentra el sentido. Y se ve que encajan a la perfección, y explican, hasta el punto en que nuestro cerebro puede entender, muchas cosas. Y a la vez nos ponen un límite, un “non plus ultra”, no más allá.


Así que no se las decimos en serio a nadie. Porque no sirve que las digamos a nadie. Si alguien quiere llegar a ellas, lo hará.


Y para llegar a ellas, ya está dicho todo lo que hay que decir. Lao Tse, Alan Watts, Krishnamurti.


Y quien no quiera, está en todo su derecho de ignorarlas. Aún mis hijos…


Por supuesto que la gran mayoría de la gente decide ignorar estas cuestiones, y sufrir cuando les toca y alegrarse cuando les toca. Seguramente son los que mejor juegan.


¿Y cuales son las cosas que nos resultan más difíciles de explicar a los humanos? Nuestro origen, el papel del dolor, la crueldad de los dioses.


Esos dioses, que según el Tao, no se compadecen de los hombres.


El cerebro todavía pone trampas, como manotazos de ahogado, sugiriendo que tal vez, dentro de su compleja programación, estas “ideas” que me han venido, puedan ser simplemente otro de sus “estados estables”.


Lo malo es que puede tener razón…

Presentación

A veces pasa que hay cosas que tenemos ganas de decir, y no se las podemos decir a nadie.

Casi viejo, porque ya con medio siglo, hay que reconocer que no podemos saltar tan facilmente como antes de un árbol a un techo. Y que nos hemos puesto gruñones...

A pesar de lo cual, todavía hay muchos proyectos, como cruzar de Tilcara a Calilegua o de Tafí del Valle a Siambon caminando.

Casi verde, porque aún cuando tengamos conciencia ecológica, por diversos motivos estamos atrapados dentro de un sistema cuyos excesos vamos a comenzar a pagar muy pronto.
(O pensaban otra cosa?)